Las agencias católicas de ayuda responden después del devastador terremoto en Turquía y Siria

Las agencias católicas de ayuda en todo el mundo están coordinando y enviando ayuda después de que una serie de terremotos masivos sacudieron partes de Turquía y Siria, dejando una devastación continua a su paso. 

Según las últimas estimaciones disponibles hasta el mediodía de este martes, el sismo de magnitud 7,8 ha dejado al menos 6.200 muertos en Turquía y Siria, informó el New York Times. En Siria, que ha sido devastada por más de una década de guerra civil, innumerables edificios se derrumbaron el 6 de febrero, incluidas varias iglesias católicas, informó ACI MENA, la agencia asociada en idioma árabe de CNA.

Nikki Gamer, portavoz de Catholic Relief Services con sede en EE. UU., dijo a CNA que CRS está apoyando a los socios de la iglesia local en Turquía y Siria, incluidas Caritas Turquía y Caritas Siria, pero la coordinación sigue siendo difícil. CRS está recaudando fondos a través de un banner en su sitio web. 

“Muchos miembros del personal de nuestros socios se ven afectados personalmente por la destrucción”, dijo Gamer a CNA. 

“Las telecomunicaciones se interrumpen y el transporte se ve afectado, lo que complica los esfuerzos de socorro y los intentos de identificar y dar cuenta de los miembros de la familia. Se pronostica nieve, aguanieve y temperaturas bajo cero, por lo que las necesidades prioritarias incluyen un refugio seguro, ropa abrigada y comidas calientes. Nuestros socios han comenzado a ofrecer ese apoyo y continuarán evaluando y abordando las necesidades en las próximas semanas”.

La organización humanitaria católica Aid to the Church in Need (ACN) está preparando un programa de ayuda de emergencia, dijo a CNA el portavoz Joop Koopman. Su enfoque actual está en la provisión de mantas, leche para bebés y suministros médicos, dijo. Además, los ingenieros están inspeccionando las casas para asegurarse de que las familias puedan regresar a sus hogares de manera segura, mientras que muchos se refugian en iglesias y edificios de iglesias. 

“Tendremos más información en los próximos días”, dijo Koopman a CNA. 

En Siria, muchas ciudades y pueblos con una importante población cristiana, como Alepo, Homs, Lattakia y Hama, sufrieron daños importantes. En Alepo, varios sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO resultaron dañados, incluida la ciudadela de la ciudad vieja. 

Testigos de la tragedia dijeron que el terremoto y sus consecuencias fueron, aunque breves, tan traumáticos como la guerra. 

“Si le preguntas a la gente de Alepo sobre la guerra que vivieron, expresan sus sentimientos de dolor, miedo, desesperación por el futuro, pérdida de seguridad, etc. Usan muchas expresiones diferentes para expresar la guerra de 12 años. Pero si les preguntas sobre el terremoto al que estuvieron expuestos, la respuesta es solo una palabra: horror”, dijo a Ayuda a la Iglesia Necesitada la hermana Annie Demerjian, una religiosa católica que vive y trabaja en la ciudad. 

El obispo católico caldeo Antoine Audo dijo que albergan al menos a 50 personas en el obispado, mientras que el obispo Ephraim Maalouli, obispo metropolitano ortodoxo griego de Alepo, Alexandretta y sus dependencias, dijo que ya habían albergado a casi 1600 personas en varias iglesias de la ciudad. desde el desastre. 

Otros grupos católicos están respondiendo poderosamente a las muchas personas necesitadas. Los franciscanos en Alepo actualmente acogen y alimentan a unas 2.000 personas en su convento, según el padre Massimo Fusarelli, ministro general de la Orden de los Frailes Menores.

Entre los asesinados en Alepo se encontraba el padre Imad Daher, sacerdote de la parroquia católica greco-melquita de Nuestra Señora. Daher murió cuando se derrumbó la residencia del ex arzobispo de Alepo, Jean-Clément Jeanbart. Jeanbart escapó por poco y actualmente está siendo tratado por sus heridas en un hospital, aunque se dice que está estable, dijo ACN en un comunicado el lunes. Otro hombre cristiano que estaba en el edificio en ese momento también murió, dijo la organización.