Obispos mexicanos condenan persecución policial y arresto violento de migrantes en terrenos de catedral

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Agencia Católica de Noticias

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Los obispos de México condenaron rotundamente la intrusión de policías municipales de Ciudad Juárez en los terrenos de la catedral para arrestar violentamente a un grupo de migrantes.

La Catedral de Ciudad Juárez y sus instalaciones han sido durante mucho tiempo uno de los lugares de recepción de migrantes, ya que la ciudad se asienta en el lado opuesto del Río Grande desde El Paso.

Entre las personas atendidas por la catedral se encuentran quienes esperan citas para regularizar su estatus migratorio en México o quienes buscan llegar a Estados Unidos porque no ven futuro en su país de origen.

En un comunicado del 2 de marzo, el ministerio migratorio de la Conferencia Episcopal Mexicana criticó duramente a la policía por irrumpir en el comedor de la catedral para perseguir a algunos migrantes, “utilizando la violencia para dañar física y psicológicamente a la gente”, dejando al menos a una persona herida.

La conferencia también condenó enérgicamente este tipo de hechos donde la policía actúa de manera arbitraria y sin apego a los protocolos legales, violando los derechos humanos de las personas.

Ante lo ocurrido, el Ministerio de Migración anunció que interpondrá “las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes y contra quien resulte responsable”.

“Es inadmisible que las autoridades de cualquier nivel de gobierno ingresen a las instalaciones de asistencia humanitaria para migrantes y violen dichos lugares, que también son lugares dedicados al culto religioso”, subrayó el comunicado, según un informe de la Agencia Católica de Noticias.

El obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, también señaló, en otro comunicado, su “descontento por la forma en que actuaron” y pidió “que este tipo de situaciones no se repitan ni en la catedral ni en ningún otro albergue en nuestra ciudad."

Torres explicó que el 2 de marzo se realizó una reunión con el secretario de seguridad pública municipal, César Omar Muñoz Morales, con el fin de evitar que estos hechos violentos se repitan.

En su declaración Torres dijo que Muñoz “prometió que no se repetirían situaciones similares, dando instrucciones precisas de colaboración y vigilancia del respeto a los derechos humanos”.

“Confiando en que todos podemos trabajar juntos en toda obra social por el bien de los más necesitados, elevo mi oración a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de nuestra catedral y Emperatriz de América, para que nos ayude a todos a vernos hijos de el mismo Dios y hermanos entre nosotros”, concluyó el obispo.

Según informes de prensa mexicanos, la policía de la ciudad intentó detener y verificar las identificaciones de un grupo de inmigrantes extranjeros. Sin embargo, solo los agentes del Instituto Nacional de Migración tienen la autoridad para verificar las identificaciones de los migrantes. Los migrantes huyeron y la policía los persiguió hasta el comedor de la catedral, donde fueron arrestados violentamente.

Obispos mexicanos condenan persecución policial y arresto violento de migrantes en terrenos de catedral

Los obispos de México condenaron rotundamente la intrusión de policías municipales de Ciudad Juárez en los terrenos de la catedral para arrestar violentamente a un grupo de migrantes.

La Catedral de Ciudad Juárez y sus instalaciones han sido durante mucho tiempo uno de los lugares de recepción de migrantes, ya que la ciudad se asienta en el lado opuesto del Río Grande desde El Paso.

Entre las personas atendidas por la catedral se encuentran quienes esperan citas para regularizar su estatus migratorio en México o quienes buscan llegar a Estados Unidos porque no ven futuro en su país de origen.

En un comunicado del 2 de marzo, el ministerio migratorio de la Conferencia Episcopal Mexicana criticó duramente a la policía por irrumpir en el comedor de la catedral para perseguir a algunos migrantes, “utilizando la violencia para dañar física y psicológicamente a la gente”, dejando al menos a una persona herida.

La conferencia también condenó enérgicamente este tipo de hechos donde la policía actúa de manera arbitraria y sin apego a los protocolos legales, violando los derechos humanos de las personas.

Ante lo ocurrido, el Ministerio de Migración anunció que interpondrá “las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes y contra quien resulte responsable”.

“Es inadmisible que las autoridades de cualquier nivel de gobierno ingresen a las instalaciones de asistencia humanitaria para migrantes y violen dichos lugares, que también son lugares dedicados al culto religioso”, subrayó el comunicado, según un informe de la Agencia Católica de Noticias.

El obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, también señaló, en otro comunicado, su “descontento por la forma en que actuaron” y pidió “que este tipo de situaciones no se repitan ni en la catedral ni en ningún otro albergue en nuestra ciudad."

Torres explicó que el 2 de marzo se realizó una reunión con el secretario de seguridad pública municipal, César Omar Muñoz Morales, con el fin de evitar que estos hechos violentos se repitan.

En su declaración Torres dijo que Muñoz “prometió que no se repetirían situaciones similares, dando instrucciones precisas de colaboración y vigilancia del respeto a los derechos humanos”.

“Confiando en que todos podemos trabajar juntos en toda obra social por el bien de los más necesitados, elevo mi oración a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de nuestra catedral y Emperatriz de América, para que nos ayude a todos a vernos hijos de el mismo Dios y hermanos entre nosotros”, concluyó el obispo.

Según informes de prensa mexicanos, la policía de la ciudad intentó detener y verificar las identificaciones de un grupo de inmigrantes extranjeros. Sin embargo, solo los agentes del Instituto Nacional de Migración tienen la autoridad para verificar las identificaciones de los migrantes. Los migrantes huyeron y la policía los persiguió hasta el comedor de la catedral, donde fueron arrestados violentamente.