Papa Francisco escucha confesiones en parroquia romana: Dios nos levanta cuando tocamos fondo

El Papa Francisco escuchó confesiones en una parroquia en Roma el 17 de marzo y alentó a las personas a recordar que Dios “extiende su mano y nos levanta cada vez que nos damos cuenta de que estamos 'tocando fondo'”.

En presencia de la adoración eucarística, el Papa presidió un servicio penitencial de Cuaresma para abrir “24 Horas para el Señor”, una iniciativa en la que ciertas iglesias católicas de todo el mundo permanecerán abiertas 24 horas consecutivas con confesión y adoración las 24 horas.

“Hermanos, hermanas, recordemos esto: El Señor viene a nosotros cuando nos apartamos de nuestro presuntuoso ego. … Él puede salvar la distancia siempre que, con honestidad y sinceridad, le presentemos nuestras debilidades”, dijo el Papa Francisco, según un informe de la Agencia Católica de Noticias.

“Él extiende su mano y nos levanta cada vez que nos damos cuenta de que estamos 'tocando fondo' y nos volvemos hacia él con un corazón sincero. Así es Dios. Él nos está esperando, en el fondo, porque en Jesús eligió 'descender a las profundidades'”.

El Papa subrayó que Dios nos espera, especialmente en el sacramento de la penitencia, donde dijo que el Señor toca nuestras heridas, sana nuestro corazón y nos deja con la paz interior.

El Papa Francisco visitó la Iglesia de Santa Maria delle Grazie al Trionfale, una parroquia ubicada a una milla de la residencia del Papa dentro de la Ciudad del Vaticano.

A su llegada a la parroquia, el Papa besó un pequeño icono mariano desde su silla de ruedas y entregó un ramo de flores a Nuestra Señora. Ofreció saludos y estrechó la mano de muchas personas dentro de la parroquia desde su silla de ruedas.

El Papa ofreció una homilía sobre la misericordia de Dios antes de dirigir a la parroquia en la oración del Confiteor.

Mucha gente se confesó con los sacerdotes, y algunos con el mismo Papa, durante la Hora Santa en la parroquia romana a las afueras de las murallas de la Ciudad del Vaticano.

El Papa Francisco comenzó la iniciativa “24 Horas para el Señor” en 2014, un año antes de anunciar el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

El Dicasterio para la Evangelización del Vaticano ha pedido a las diócesis de todo el mundo que una vez más abran las iglesias durante 24 horas desde el viernes 17 de marzo hasta el sábado 18 de marzo, para ofrecer la oportunidad de confesarse y rezar en presencia de la adoración eucarística.

En su homilía, el Papa Francisco pidió a los feligreses que repitieran juntos la oración de un recaudador de impuestos en el capítulo 18 del Evangelio de Lucas: “Dios, ten misericordia de mí, pecador”.

El Papa oró: “¡Dios, ten misericordia de mí, pecador! Cuando te olvide o te descuide, cuando prefiera mis palabras y las del mundo a las tuyas, cuando presuma ser justo y desprecie a los demás, cuando chismee sobre los demás... Dios, ten piedad de mí, un pecador."

“Cuando no me preocupo por los que me rodean, cuando soy indiferente a los pobres y los que sufren, los débiles y los marginados, ¡Dios, ten misericordia de mí, pecador! Por mis pecados contra la vida, por mi mal ejemplo que estropea el hermoso rostro de la Madre Iglesia, por mis pecados contra la creación, Dios, ten misericordia de mí, pecador”.

“Por mis falsedades, mi duplicidad, mi falta de honestidad e integridad, Dios, ten misericordia de mí, pecador. Por mis pecados ocultos, por las formas en que inconscientemente he hecho daño a otros, y por el bien que podría haber hecho y aún así no hice, Dios, ten misericordia de mí, un pecador”.