​Papa Francisco: La Palabra de Dios reaviva la esperanza

Papa Francisco: La Palabra de Dios reaviva la esperanza

En el Domingo de la Palabra de Dios, el Papa Francisco recordó a los cristianos que Dios les habla a través de las Escrituras, llenándolos de esperanza y guiando su camino de fe.

“La palabra está en el centro: revela a Dios y nos lleva al hombre”, dijo el Papa el 23 de enero.

El Papa Francisco celebró la Misa en la Basílica de San Pedro por el cuarto domingo anual de la Palabra de Dios, durante la cual por primera vez formalmente conferido a los laicos católicos los ministerios de lector y catequista.

En su homilía en la Misa, Francisco reflexionó sobre el “Dios de cercanía” que nos guía con su palabra.

Dios “quiere aliviar las cargas que os aplastan, calentar vuestra frialdad invernal, alegrar vuestra tristeza diaria y sostener vuestros pasos vacilantes”, dijo el Papa. “Esto lo hace con su palabra, con la palabra que pronuncia para reavivar la esperanza entre las cenizas de vuestros miedos, para ayudaros a redescubrir la alegría en los laberintos de vuestros dolores, para llenar de esperanza vuestros sentimientos de soledad. Él te hace avanzar, no en un laberinto, sino en un viaje diario para encontrarlo”.

Tras la proclamación del Evangelio, los candidatos a los ministerios de catequista y lector fueron llamados por su nombre, a lo que respondieron: “Aquí estoy”.

El Papa Francisco estableció el ministerio del catequista como un servicio vocacional instituido dentro de la Iglesia Católica en mayo pasado.

El ministerio recién instituido es para los laicos que tienen un llamado particular para servir a la Iglesia Católica como maestros de la fe. El ministerio dura toda la vida, independientemente de si la persona está realizando activamente esa actividad durante cada parte de su vida.

El Papa cambió la ley de la Iglesia en enero de 2021 para que las mujeres puedan ser instituidas formalmente en los ministerios laicos de lectora y acólita.

Un lector es una persona que lee las Escrituras, aparte del Evangelio, que solo es proclamado por diáconos y sacerdotes, a la congregación en la Misa.

En su homilía, el Papa Francisco señaló que “en esta celebración, algunos de nuestros hermanos y hermanas serán instituidos como lectores y catequistas”.

“Están llamados a la importante labor de servir el Evangelio de Jesús, de anunciarlo, para que llegue a todos su consuelo, su alegría y su liberación”, dijo.

“Esa es también la misión de cada uno de nosotros: ser mensajeros creíbles, profetas de la palabra de Dios en el mundo”, continuó, según un informe de la Agencia Católica de Noticias.

Animó a todos a ser apasionados por las Sagradas Escrituras y a estar dispuestos a sumergirse en la Palabra de Dios, que “revela la novedad de Dios y nos lleva incansablemente a amar a los demás”.

También advirtió sobre la tentación de la rigidez, a la que llamó perversión e ídolo.

“Pongamos la palabra de Dios en el centro de la vida y de la acción pastoral de la Iglesia”, instó. “Así seremos liberados de todo pelagianismo rígido, de toda rigidez, liberados de la ilusión de una espiritualidad que los pone 'en órbita', despreocupados por el cuidado de nuestros hermanos y hermanas. Pongamos la palabra de Dios en el centro de la vida y de la acción pastoral de la Iglesia. Escuchemos esa palabra, oremos con ella y pongámosla en práctica”.

Después de la homilía, el Papa Francisco continuó con el rito de concesión de los ministerios de lector y catequista.

Comenzó con los lectores, quienes se arrodillaron uno por uno ante él para recibir una Biblia. Francisco oró sobre cada uno con las palabras: “Recibid el libro de la Sagrada Escritura y transmitid fielmente la Palabra de Dios, para que germine y dé fruto en el corazón de los hombres”.

Los que se instituían como catequistas también se arrodillaron ante el Papa Francisco, quien les entregó a cada uno un crucifijo de plata, mientras les decía: “Recibid este signo de nuestra fe, asiento de la verdad y caridad de Cristo: proclamadlo con vuestra vida, vuestras obras y vuestra palabra”.

El Papa nombró formalmente catequistas a dos personas de la región amazónica de Perú, junto con otros candidatos de Brasil, Ghana, Polonia y España.

El ministerio de lector fue conferido a laicos católicos de Corea del Sur, Pakistán, Ghana e Italia.

El Papa Francisco declaró el Tercer Domingo del Tiempo Ordinario un día especial para celebrar la Palabra de Dios cuando emitió la carta apostólica “aperuit illis”, en 2019, en el 1600 aniversario de la muerte de San Jerónimo, quien tradujo la Biblia al latín en el siglo IV.

El Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización es el departamento vaticano encargado de promover el domingo de la Palabra de Dios.

Debido a la preocupación por la continua propagación de COVID-19, alrededor de 2000 personas asistieron a la misa papal, un pequeño porcentaje de la capacidad total de asientos de la basílica.

Todos los asistentes recibieron un libro con comentarios de los Padres de la Iglesia sobre los capítulos cuarto y quinto del Evangelio de San Lucas.