Preguntas de un amigo agnóstico llevan a un español al sacerdocio

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Agencia Católica de Noticias

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Preguntas de amigo agnóstico llevan a español al sacerdocio

El padre Juan Pablo Aroztegi se convirtió en el sacerdote más joven de la diócesis de San Sebastián, España, cuando fue ordenado el fin de semana pasado por el obispo José Ignacio Munilla en la Catedral del Buen Pastor.

Según versiones de varios medios locales, Aroztegi, de 35 años, comenzó a discernir su vocación luego de que un amigo agnóstico le preguntara por qué era cristiano.

Hasta entonces, no se había cuestionado por qué estaba siguiendo a Jesucristo, ni qué quería hacer con su vida. Trabajaba como ingeniero industrial en una empresa de software en Pamplona en ese momento, pero después de una profunda reflexión, decidió ingresar al seminario.

Describió la decisión de ingresar al seminario como uno de los "momentos más grandes de libertad" en su vida. Cuando le dijo al amigo agnóstico que lo había interrogado que se estaba convirtiendo en seminarista, el amigo respondió que lo estaba esperando.

“Tus amigos te conocen y pueden intuir tus decisiones. Es irónico que un amigo agnóstico me haya hecho cuestionar mi vida cristiana y mi vocación”, dijo Aroztegi, según un informe de la Agencia Católica de Noticias.

Si bien la mayoría de sus amigos son no creyentes, el nuevo sacerdote dijo que respetan su fe y su decisión. Algunos de ellos asistieron a la Misa de su ordenación el pasado domingo.

“Las conversaciones que tuve con algunos de ellos para contarles mi decisión fue uno de los momentos más bonitos de mi vida. Me sentí libre y fui abierta acerca de quién soy. Hablamos de temas importantes que nunca antes habíamos tratado”, recordó.

Su familia también se sorprendió cuando anunció su decisión de seguir el sacerdocio, aunque siempre había vivido su fe “de una manera muy natural”.

Padre Aroztegi dijo que siempre iba a misa con su familia los domingos, pero nunca imaginó que sería sacerdote, sino que asumió que se casaría y tendría una familia.

“[El sacerdocio] ni siquiera pasó por mi mente”, le dijo a Diaro Vasco. “Ciertamente, las mejores cosas que me han pasado en la vida han sido inesperadas”.

“En ese sentido estoy a la espera de todo lo que me espera en la vida sacerdotal. Espero sinceramente una vida intensa y apasionante, con buenos momentos, y otros con la cruz y el sufrimiento como en cualquier otro camino de la vida.”

De cara al futuro, Aroztegi dijo que le gustaría seguir el ejemplo de algunos sacerdotes que han sido importantes en su vida.

“Admiro a los sacerdotes que no buscan el éxito ni el aplauso, sino ayudar a quien lo necesita sin que nadie lo sepa. Me atrae el sacerdote que es humilde en todos los sentidos, el que se ve a sí mismo como un cristiano más, un discípulo de Jesús que está en camino como cualquier otro. El sacerdote que es un hombre de Dios, ora por su pueblo y no busca nada más que las cosas de Dios. Y sobre todo me atrae el sacerdote que crea unidad, que sabe estar con los demás”, dijo.

También explicó que uno de los retos de un sacerdote es “formar comunidades cristianas donde se pueda vivir la grandeza de la vida en Cristo”, por lo que anima a “ir a lo esencial, a lo importante de la vida, a amar y ser amados”. ”, y dijo que si el cristianismo se vive con autenticidad, es “verdaderamente atractivo”.

Aroztegi dijo a Diaro Vasco News que en los días previos a su ordenación sacerdotal el 2 de julio estaba “tranquilo y emocionado” porque “lo que al principio era como una llama de fuego dentro de mí, pequeña pero de la que no podía dudar, durante esos años se estaba haciendo más fuerte”.

“Llegué a [la ordenación] tranquila porque me sentía muy libre. Y al mismo tiempo, la emoción es grande. Estoy emocionada por todo lo que significa, y porque podré entregarme totalmente a lo que me siento llamado”.