Declaración del arzobispo Gustavo sobre el fallo de Dobbs

Declaración del Arzobispo Gustavo sobre Dobbs decisión

Estoy realmente alentado y lleno de alegría por el fallo histórico de hoy de la Corte Suprema de EE. UU. en Dobbs contra la Organización de Salud de la Mujer de Jackson que vuelca el Roe contra Wade decisión después de casi cinco décadas. En los Estados Unidos, ese trágico fallo ha provocado la muerte de más de 60 millones de bebés en el útero desde principios de la década de 1970.

En este momento crucial, ahora debemos comprometernos como nación a dedicar recursos adicionales e implementar políticas que apoyen a las madres y los padres, los niños y las familias. Esto incluye a todos: la Iglesia, los líderes electos y todas las personas. Ninguna mujer debería sentirse sola jamás; que está atrapada y que el aborto es su única opción. Tiene que haber una visión que sea positiva y que afirme la vida.

La Iglesia Católica tiene una larga y orgullosa historia de brindar esta asistencia a través de programas como refugios para embarazadas, despensas de alimentos, apoyo financiero, clases para padres y muchos otros servicios. Nuestras parroquias, Caridades Católicas, la Sociedad de San Vicente de Paúl y muchas otras organizaciones y ministerios están listos para ayudar a garantizar un futuro mejor para estas madres y padres y sus bebés. Sabemos que esta buena obra debe crecer y aumentar.

Damos gracias a Dios por esta decisión de por vida. Ofrecemos oraciones de gratitud al Sagrado Corazón de Jesús, un corazón donde todos pueden encontrar un hogar lleno de amor y buscar la guía del Espíritu Santo mientras miramos hacia un futuro lleno de esperanza, con familias florecientes y exitosas.

Declaración del Arzobispo Gustavo García Siller, MSpS, sobre el fallo Dobbs de la Suprema Corte de EE.UU.

Me siento verdaderamente alentado y complacido por el fallo histórico publicado hoy por la Suprema Corte de EE.UU. es Dobbs contra la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, que anula la decisión de Roe contra Wade después de casi cinco décadas. En Estados Unidos, ese trágico fallo ha provocado la muerte de más de 60 millones de bebés en el útero desde principios de la década de 1970.

En este momento crucial, ahora debemos cuidarnos como nación a dedicar recursos adicionales e implementar políticas que apoyen a las madres y los padres, los niños y las familias. Esto incluye a todos: la Iglesia, los líderes electos y todas las personas. Ninguna mujer debería sentirse sola jamás; creyéndose atrapada y pensando que el aborto sería su única opción. Tiene que haber una vision que sea positiva y que afirme la vida.

La Iglesia Católica tiene una larga y honrosa historia de brindar esta asistencia a través de programas como refugios para embarazadas, despensas de alimentos, apoyo financiero, clases para padres y muchos otros servicios. Nuestras parroquias, Caridades Católicas, la Sociedad de San Vicente de Paúl y muchas otras organizaciones y ministerios están listos para ayudar a garantizar un futuro mejor para estas madres y padres, y sus bebés. Sabemos que esta buena obra debe crecer y aumentar.

Damos gracias a Dios por esta decisión a favor de la vida. Ofrecemos oraciones de gratitud al Sagrado Corazón de Jesús, un corazón donde todos pueden encontrar un hogar lleno de amor y buscar la guía del Espíritu Santo, mientras miramos hacia un futuro lleno de esperanza, con familias destruyéndose y triunfando.