La Corte Suprema falla para las escuelas religiosas de Maine

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Agencia Católica de Noticias

La Corte Suprema falla para las escuelas religiosas de Maine

La Corte Suprema de los Estados Unidos emitió su decisión el 21 de junio en el caso de Carson contra Makin, que impugnó una decisión del Primer Circuito de permitir que el Estado de Maine excluyera a las escuelas religiosas de un beneficio de asistencia para la matrícula sobre la base de que esas escuelas incluyen la religión como parte de su instrucción. Por votación de 6-3, la Corte falló a favor de los peticionarios.

El cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York, presidente del Comité para la Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), y el obispo Thomas A. Daly de Spokane, presidente del Comité de Educación Católica de la USCCB, emitieron una declaración en respuesta a la sentencia de la Corte:

“La Corte Suprema ha dictaminado acertadamente que la Constitución protege no solo el derecho a la ser religiosa sino también a Actuar religioso. Este resultado de sentido común refleja la esencia de la educación católica. Además, la Corte ha afirmado nuevamente que los estados no pueden excluir a las escuelas religiosas de los beneficios públicos generalmente disponibles en función de su afiliación o ejercicio religioso. En nuestra sociedad pluralista, es vital que todas las personas de fe puedan participar en programas disponibles públicamente y así contribuir al bien común.

“Es apropiado que esta decisión se refiera a un programa en Maine, el estado en el que James G. Blaine se desempeñó como senador en 1875 cuando trabajó para la aprobación de la Enmienda Blaine, una medida cínicamente anticatólica para enmendar la Constitución de los EE. UU. para garantizar que no se proporcione ayuda pública a las escuelas 'sectarias'. Si bien su esfuerzo fue derrotado por poco, las Enmiendas Blaine finalmente fueron adoptadas de alguna forma por 37 estados. Estas leyes no tienen nada que ver con la neutralidad del gobierno hacia la religión. Más bien, son expresiones de hostilidad hacia los católicos. Estamos agradecidos de que la Corte Suprema continúe reprendiendo este legado dañino”.

La USCCB presentó una amicus curiae escrito de apoyo a los peticionarios.