VOLUNTARIO

Toda sentencia debe tener siempre una ventana de esperanza. - Papa Francisco

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Hay 35 centros de encarcelamiento en la arquidiócesis con más de 10,000 hombres, mujeres y jóvenes católicos en prisiones federales y estatales, cárceles del condado y centros juveniles. Este es un gran campo de misión para la Iglesia. Muchos de los delincuentes no asisten a la iglesia, tienen una relación rota con su familia y comunidad y necesitan escuchar las Buenas Nuevas del amor y el perdón incondicionales de Dios. Si no se hace nada para restaurar la fe de estos delincuentes, el ciclo del crimen continuará.

Voluntario

Se necesitan ministros laicos para ofrecer enseñanza católica a los adultos/jóvenes encarcelados a través de estudios bíblicos, catecismo, RICA, servicios de oración y rosario, y un programa por correspondencia. Se necesitan sacerdotes para ofrecer Misa y escuchar confesiones, y diáconos/laicos capacitados para dirigir servicios de palabra y comunión. En la comunidad, se necesitan grupos de apoyo parroquial para ayudar a las víctimas y las familias de los encarcelados, ex delincuentes con necesidades básicas y empleo, y aquellos que se enfrentan a una adicción. Además, se ofrecen retiros de Kolbe a quienes están dentro de los muros, tutoría para quienes están en libertad condicional o en libertad condicional, y apoyo en otras áreas de justicia social.

Se ofrece capacitación a todos los interesados en ser voluntario en las siguientes áreas:

  • Ministro de adultos encarcelados
  • Ministro de menores encarcelados
  • Coordinar el ministerio para la parroquia
  • Liderar un grupo de apoyo para familias.
  • Llegar a las víctimas del crimen
  • Ayudar a los ex delincuentes a volver a casa
  • Únase a los retiros de Kolbe en prisión
  • Mentor en libertad condicional o en libertad condicional
  • Ayuda con el programa de correspondencia.
  • Trabajar en temas de justicia social.

Fondo

La Iglesia Católica tiene una rica tradición en el ministerio a nuestros hermanos y hermanas encarcelados en Texas. Esto tiene sus raíces en nuestra enseñanza social, que dirige a la comunidad a ministrar a aquellos que están al margen de la sociedad, incluidos los que están en cárceles y prisiones. Esta actitud de servicio viene directamente de la Sagrada Escritura, particularmente del Evangelio de Mateo (25,36) donde Jesús dice: “Cuando estaba en la cárcel, vinisteis a visitarme”.

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Diácono Adrián Cepeda
Director del Ministerio de Justicia Penal