VOCACIONES

¿Eres llamado?

Tienes una vocación

A lo largo de nuestra historia, los cristianos han trabajado para construir el reino de Dios de muchas maneras diferentes. Por nuestro bautismo nos convertimos en parte de la obra salvadora de Dios en este mundo. La hermosa verdad es que Dios nos ha dado a cada uno de nosotros dones y talentos específicos y nos marca con roles específicos en la Iglesia. A estos roles los llamamos vocaciones, y cada uno de nosotros tiene una. En algún momento de nuestras vidas, esta vocación comienza a ser clara para nosotros en pequeños detalles, y Dios guía nuestro corazón y nuestra mente para darnos cuenta de cuál es nuestra vocación. Este impulso de Dios es nuestro llamado. Dios llama a las personas a ser personas casadas o solteras, sacerdotes, diáconos y hermanas o hermanos religiosos.


¿Te Sientes Llamado?

Diferentes personas sienten su llamado de diferentes maneras. Algunos tienen experiencias profundas que no pueden describir. Otros escuchan su llamado en las voces de sus allegados o de quienes los aman animándolos a explorar una determinada vocación. Aún otros se dan cuenta de su llamado a través de sus ministerios en la iglesia o incluso de sus trabajos. Este empujón de Dios al servicio a veces puede ser difícil de entender. Parece aún más difícil en estos días aceptar el llamado a las "vocaciones de la Iglesia", es decir, al sacerdocio y la vida religiosa, porque no vemos tantos sacerdotes, hermanas y hermanos en el mundo como en décadas anteriores. . Sin embargo, el hecho es que Dios todavía llama a las personas a las vocaciones de la Iglesia. Por lo tanto, todos necesitamos ayuda para descubrir quiénes Dios nos está llamando a ser. El proceso de averiguar esto se llama discernimiento.


¿Cómo entiendes tu llamada?

Discernir nuestra vocación requiere que seamos honestos con nosotros mismos, con Dios y con aquellos en quienes confiamos para recibir ayuda. Tienes que ser capaz de hacerte las preguntas difíciles:

  • ¿Cuáles son mis talentos?
  • ¿Qué ministerio me inspira y me da vida?
  • ¿Cómo puedo verme ayudando a la Iglesia?
  • ¿Cuáles son las voces en mi vida (Dios, conciencia, familia, amigos) diciéndome acerca de quién soy?
  • ¿Es este sentimiento/voz/empujón/llamado realmente de Dios?
  • ¿Qué temores me impiden continuar mi discernimiento?
  • ¿Puedo imaginarme como sacerdote, como hermana, como hermano?

Mientras te haces estas preguntas, debes hacer del discernimiento una parte de tu vida diaria. Hay algunas cosas muy importantes que puede hacer en su proceso de discernimiento:

  • Mantente cerca de los sacramentos – Participar en Misa los domingos y todos los días cuando sea posible te permite estar rodeado de la gracia y la paz de Dios. Hacer confesiones más a menudo ayuda a purificar la conciencia. Cuanto más vivas en la gracia de Dios, más claro será tu discernimiento.
  • Consigue un Director Espiritual – Un director espiritual es una persona en la que puedes confiar para guiarte bien en el Espíritu. Necesitamos a alguien con quien podamos hablar a través de nuestro proceso de discernimiento, que pueda desafiarnos a enfrentar las preguntas difíciles y que pueda ofrecernos una perspectiva. Lo mejor es encontrar a alguien que esté viviendo la vocación que estamos discerniendo. Mire al liderazgo en su parroquia de origen, grupo de ministerio de jóvenes/jóvenes adultos/adultos, escuela, o aquí en la Oficina de Vocaciones para que lo ayuden a encontrar un director espiritual.
  • Orar por guía todos los días. – El Espíritu Santo es vuestro primer y mejor guía en el discernimiento. O ora con tus propias palabras para recibir orientación, o encuentra una oración de discernimiento escrita que puedas orar todos los días. Establece un tiempo para la oración y apégate a él. Si ya tiene una vida de oración saludable, puede agregar oración fácilmente para su propio discernimiento. Deje que el Espíritu mueva su corazón y su mente hacia una claridad más profunda.
  • Sirve a tu comunidad parroquial – No puedes aceptar cómo Dios te está llamando a servir si no has experimentado algún servicio primero. Averigüe dónde su parroquia necesita ayuda: ministros eucarísticos, lectores, contadores de dinero, visitantes de enfermos o confinados, catequistas, Caballeros de Colón, Guadalupanas, etc.
  • Asistir a actividades vocacionales – La Oficina Vocacional ofrece días de reflexión vocacional y retiros durante todo el año. Puede consultar nuestro calendario de eventos o ver si su parroquia tiene un comité de vocaciones que ofrece oportunidades para discernir con los demás.
  • Informarse – En este sitio encontrará información específica para las vocaciones al Sacerdocio Diocesano ya la Vida Religiosa. También encontrará Preguntas frecuentes e historias de seminaristas que estudian para ser sacerdotes.

No tenga miedo de hacer preguntas, investigar, asistir a eventos y tomar decisiones. Es nuestro amoroso Dios quien te está guiando, y Él nunca te fallará. Y recuerde, cuando la gente de la Arquidiócesis ora por aquellos que disciernen su vocación, ¡están orando por usted!

Oficina de Vocaciones de la Arquidiócesis de San Antonio

2600 Oeste de la avenida Woodlawn
San Antonio, Texas 78228
(210) 735-0553

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